Jugar y competir no son lo mismo (y está bien)
Muchos jugadores amateurs sienten un “bichito competitivo” que aparece con el tiempo:
“¿Y si me anoto a un torneo?”
“¿Y si pruebo con una liga?”
Pero en ese mismo instante, aparecen los nervios, el miedo al ridículo, las dudas…
La verdad es que competir no debería ser una fuente de presión, sino una oportunidad de disfrute y evolución personal.
En esta nota, te compartimos una mirada más relajada para que te animes a dar ese paso… y lo disfrutes.
Jugar y Competir: ¿Cuál es la diferencia?
- Jugar por jugar: no hay marcador, se prioriza el ritmo, la diversión y la conexión. Ideal para entrenar, aprender y soltar.
- Competir: hay un objetivo (ganar), un marco (torneo o partido formal) y reglas claras.
Pero ambas formas se retroalimentan. Cuanto más jugás, más confianza ganás para competir. Y competir te hace crecer como jugador, incluso si perdés.
“La competencia no es contra otros. Es contra tu versión de ayer.”
Beneficios de participar en torneos internos o ligas amateurs
- Te motiva a entrenar con más enfoque
- Mejorás la toma de decisiones bajo presión
- Aprendés a conocerte emocionalmente en la cancha
- Te conecta con otras personas que comparten tu pasión
- Sumás confianza, resiliencia y alegría cuando te animás a dar ese paso
Dato real: los torneos internos o ligas amistosas están pensados para disfrutar, no para presionar.
El nivel es variado, y lo que más importa es el espíritu deportivo y las ganas de compartir.
Cómo manejar los nervios antes y durante un partido
Es normal tener nervios. Lo importante es cómo los usás.
Tips para regularlos:
- Respirá profundo antes de sacar o restar.
- Pensá en “jugar un punto a la vez” en lugar del resultado total.
- Evitá pensamientos de comparación: el rival también tiene nervios, aunque no lo muestre.
- Disfrutá lo que ya ganaste: tiempo para vos, aprendizaje, comunidad.
“No estás en la cancha para demostrar nada. Estás para disfrutar lo que sabés hacer.”
¿Y si perdés? No pasa nada. De verdad.
Perder no te define. No significa que jugaste mal, ni que estás lejos de tu objetivo. A veces se gana, a veces se aprende.
Después del partido:
- Anotá lo que hiciste bien (¡siempre hay algo!).
- Detectá una sola cosa que podrías mejorar.
- Felicitá a tu rival y volvé a entrenar con alegría.
“Antes me frustraba al perder. Ahora lo veo como una oportunidad de entender más mi juego.” — Clara, 45 años
Frases motivadoras para soltar la presión
- “Tu valor como deportista no depende del resultado.”
- “El tenis es un juego. El resultado no es el objetivo, es parte del viaje.”
- “Me animé a jugar torneos a los 38. Hoy, cada partido me hace más fuerte, no por ganar, sino por animarme.” — Marcelo, 38 años
- “Competir me ayudó a conocerme, no a vencer a nadie.” — Laura, 51 años
Tené presente:
- Competir no es pelear, es compartir el juego con intención.
- Anotate en los torneos de Legion Tenis, todos los meses tenes la oportunidad de hacerlo.
- Cada partido es una oportunidad de conectar, mejorar y disfrutar.